El estudio rundzwei Architekten ha realizado una inusual vivienda privada llamada "casa sacacorchos". Bajo tierra, un robusto zócalo de hormigón apisonado define los espacios habitables inferiores y una piscina exterior hundida, mientras que arriba, unos niveles divididos cuidadosamente apilados -a los que se accede a través de una escalera central en forma de atrio- proporcionan más de 320 m² de superficie habitable flexible. Una envolvente monolítica de corcho reviste tanto las fachadas como el tejado, garantizando un excelente aislamiento, rendimiento acústico y un aspecto claramente orgánico.


Un zócalo de hormigón apisonado
Esta técnica de construcción centenaria consiste en apilar y compactar manualmente hormigón en encofrados, obteniendo superficies abiertas y porosas. Los arquitectos pretendían que la parte inferior de la casa pareciera "excavada" en el suelo, lo que confiere al edificio un carácter terrenal y táctil. Las zonas subterráneas incluyen un dormitorio y la zona principal de salón-cocina, que se benefician de la masa térmica del hormigón apisonado y del acceso directo a la piscina exterior. Los mismos muros de hormigón se extienden alrededor de la piscina alargada, proporcionando privacidad frente a los vecinos y uniendo los espacios interiores y exteriores.

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Maximización de la superficie útil rebajando las plantas e introduciendo varios niveles divididos
Aunque la normativa urbanística local limita la superficie sobre rasante a 100 m², rundzwei Architekten maximizó la superficie total rebajando parte de la residencia por debajo del nivel del suelo y apilando las plantas superiores en varios niveles divididos. Estos medios niveles escalonados giran en espiral alrededor de la escalera central, creando un interior abierto e interconectado que supera los 320 m² en total. Estructuralmente, la casa está dividida en dos zonas distintas: una base inferior de hormigón apisonado y una parte superior con entramado de madera. Las grandes aberturas acristaladas de la planta baja permiten la entrada de abundante luz natural, mientras que la disposición en varios niveles garantiza que ninguno de ellos resulte aislado o estrecho.


Paneles de corcho en fachada y tejado
Por encima del suelo, las paredes y el tejado están envueltos en paneles de corcho procedentes de fabricantes portugueses que reutilizan los residuos de corcho granulado de la producción de tapones de vino. Más información en el artículo dedicado a Archello: Detalle: Fachada de corcho de la Casa Sacacorchos, Berlín.
Bajo calor y presión, las resinas naturales del material aglutinan los gránulos, formando láminas duraderas y ligeras sin productos químicos añadidos. El resultado es un revestimiento resistente a la intemperie y al moho que confiere a la residencia un carácter escultural y monolítico. Sólo las aberturas necesarias y los paneles solares del tejado interrumpen las superficies uniformes de corcho, acentuando la forma cohesiva de la vivienda.

El corcho contribuye significativamente a la eficiencia energética de la casa, gracias a sus fuertes propiedades de aislamiento térmico. También ofrece un excelente rendimiento acústico, un factor importante dada la proximidad del emplazamiento a la antigua ruta de vuelo del aeropuerto de Tegel y el deseo del cliente de reducir el sonido de la lluvia en el exterior. Al amortiguar el ruido ambiental, el corcho ayuda a mantener un ambiente interior confortable y subraya el compromiso del proyecto con la sostenibilidad y el bienestar de los ocupantes.



Materiales de construcción naturales, ventilación natural
En todo el diseño, los arquitectos evitaron los adhesivos químicos y las espumas convencionales, prefiriendo materiales como la fibra de madera y el aislamiento de celulosa para complementar el revestimiento de corcho. Los elementos de madera, los paneles de fibra de yeso y las pinturas permeables regulan la humedad y garantizan un clima interior agradable sin necesidad de sistemas de ventilación activos. La demanda de calefacción se cubre en gran parte mediante un mecanismo estratificado de almacenamiento de calor, complementado con paneles solares integrados en el tejado de corcho. El resultado es una residencia de bajo consumo energético que puede funcionar de forma casi autosuficiente.
Vivienda flexible
Diseñada originalmente para tres ocupantes, la casa puede adaptarse a las necesidades cambiantes o a un hogar ampliado en el futuro. Un dormitorio y la sala de estar principal ocupan la planta baja junto a la cocina, con acceso directo al patio interior y a la piscina. Las plantas superiores están subdivididas en habitaciones más pequeñas alrededor de la escalera central. Estos espacios pueden unirse o separarse en posibles estudios, ya que la fachada está preparada para albergar una segunda entrada si se desea. Esta flexibilidad permite que la residencia evolucione con el tiempo sin comprometer sus aspiraciones arquitectónicas o medioambientales.
